lunes, 4 de enero de 2016

Entrevista: prepararse unas oposiciones


¡Buenas!


Espero que hayas disfrutado mucho en estos días, que hayas descansado y cogido fuerzas para este 2016 que acaba de comenzar que aunque todavía estamos un poco de resaca, ya hay que empezar a ponerse las pilas.


Mis últimas entradas han estado relacionadas con oposiciones y de hecho se espera que salgan diversas plazas convocadas este año  por lo que he decidido entrevistar a una persona que ha pasado por todo este proceso para que sirva de motivación y seguir sus consejos.




Gema de la Riva es funcionaria de la Administración de Justicia desde hace aproximadamente un trienio.
A esta joven onubense, con apenas 16 años le fue diagnosticada una enfermedad conocida como Vértigo de Meniere tras pasar por numerosas visitas y pruebas médicas. Sin embargo, esto no supuso un obstáculo para continuar su vida, se diplomó en Turismo y realizó un Máster en Gestión de Empresas Turísticas.
Aunque su enfermedad le había acompañado casi en silencio, a los 22 años su salud comienza a empeorar y Gema refiere que tiene que pasar muchas horas "atada a mi cama", con una recuperación lenta y dolorosa.
Actualmente tiene una discapacidad del 33% pero en palabras de Gema "también tengo la certeza de que no existe la discapacidad, sino capacidades diferentes"


"Me reinventé, aprendí, me adapté y comprendí que la vida no está para entenderla, sino para vivirla"

- ¿Cuándo y por qué decides estudiar unas oposiciones?

Mi objetivo desde que culminé los estudios universitarios fue dedicarme al sector servicios, para el que me había preparado durante años. Sin embargo, mi enfermedad sufrió un giro inesperado y con ello mi vida.
Cuando conseguí hacer frente a la situación así como una estabilidad tanto física como emocional y dejar atrás meses de sufrimiento, volví a chocar con una cruda realidad, España había entrado en una recesión económica, el paro había subido considerablemente y con ello las exigencias para formar parte de cualquier equipo de trabajo.
Fui golpeando puerta tras puerta intentando acceder al mercado laboral y veía como todas se cerraban. Mi enfermedad suponía un hándicap demasiado elevado y tuve que adaptarme y cambiar el rumbo de mi vida. Decidí prepararme unas oposiciones y no solo pelear por ellas, sino creer firmemente  superarlas.


¿Tuviste claro que oposiciones querías hacer?

El mundo de las oposiciones era totalmente nuevo para mí, pero gracias a internet pude obtener la
información suficiente sobre cuáles eran las opciones entre las que elegir. Turismo era un tema que limitaba demasiado mis posibilidades por la escasez de plazas vacantes y la dificultad del temario, con lo que decidí ofrecerme más opciones con la elección de unas oposiciones que se convocaran habitualmente y fueran adaptadas a mi perfil. Por temario, por requisitos y por sus propias características, decidí estudiar las oposiciones a la Administración de Justicia, concretamente a los cuerpos de Auxilio judicial y Tramitación Procesal y administrativa.

¿Te has preparado las oposiciones en alguna academia?

Comencé con un preparador hasta que volví a sufrir crisis constantes de mi enfermedad que me obligaban a guardar reposo absoluto. No desistí. Busqué todo el material necesario y continué mi camino sin ayuda profesional. No fue fácil, pero nadie dijo que la vida lo fuera!

¿Cómo te programaste los estudios?

Tuve la posibilidad de dedicarme en cuerpo y alma al estudio de las oposiciones, ya que no tenía que compaginar con ningún trabajo ni otras responsabilidades. Sólo robaba horas al estudio para realizar alguna actividad física cuando mi estado anímico me lo permitía. Realicé una programación que intentaba cumplir exhaustivamente, con aproximadamente 12 horas al día de estudio, intercalando con horas de repaso y la realización de test.
Cuando faltaba poco mas de un mes para el examen nuevamente sufrí un revés que me obligó a permanecer postrada en la cama durante ese último periodo. En aquel momento me resultaba difícil cumplir con la programación establecida, pero readapté mi propio ritmo.


¿Alguien de tu entorno se presentaba? ¿te sentiste apoyada en este proceso?

No tuve ningún compañero/a opositor en este proceso. Mis padres y hermana fueron mis principales alicientes desde el primer momento, ofreciéndome la fuerza necesaria para seguir cuando las fuerzas me abandonaban. Creyeron en mí cuando ni yo misma lo hice y eso fue el impulso que necesité para conseguirlo.

¿Alguna vez pensaste en dejarlo?

Nunca me planteé el hecho de abandonar. Había conseguido salir delante de situaciones peores con muchas condiciones adversas; sabía que la constancia era el único camino y aprobar las oposiciones la única solución para poder llevar una vida independiente en el mercado laboral actual.
Siempre confié en que una plaza sería mi, y cuando dudaba de ello, tenia el apoyo suficiente que me devolvía la ilusión. Aprobé en la primera convocatoria a la que me presenté, pero si algo tenía claro, es que de no ser así seguiría hasta conseguirlo.

¿Cómo te sentiste cuando aprobaste?


Fue sin duda un momento único en el que miles de sentimientos se agolpaban en mí. Por un lado, la tranquilidad de que ninguna puerta se volvería a cerrar delante de mi; la confirmación de que mi fuerza me llevaría hasta donde quisiera llegar y de que en la vida no todo sale como uno imaginaba, pero está en nosotros la decisión de adaptarnos o vivir anclados, el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.
Por otro lado la mayor de las satisfacciones al ver el rostro de mis padres y hermana; ellos confiaron en mi y no les decepcioné. Y por último entendí que sólo tenemos dos vidas; la segunda comienza cuando entendemos que hemos desperdiciado la primera. Ahí comenzó mi segunda vida, porque nada ni nadie me garantiza que la vida no me golpee una y otra vez, pero cada vez que esté en el suelo recordaré que puedo levantarme y seguir hacia delante y esa, es la verdadera esencia de la existencia.


 ¿Qué consejos le darías a alguien que esté planteándose prepararse unas oposiciones?

A todos aquellos que están viviendo una situación parecida, con o sin discapacidad y se encuentran perdidos en esta situación actual de escasez de empleo, les aconsejaría que, al menos, contemplasen la opción de estudiar unas oposiciones.
No es fácil, son muchas horas de estudio, mucha privación de libertad; muchas tardes de angustia y días de desesperación, pero el resultado merece la pena.

Y a todos aquellos que tienen una discapacidad del tipo que sea, espero que tomen este caso como ejemplo, que no vean obstáculos sino motivaciones, ya que en la vida, siempre hace más el que quiere que el que puede.
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Agradecerte Gema que hayas querido compartir tu experiencia en mi blog, eres todo un ejemplo y demuestras que con esfuerzo y dedicación podemos conseguir todo lo que nos propongamos. Gracias!

y a ti, lect@r, recordarte que ¡NO TE PARES!

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